top of page

El secreto para conseguir todo lo que quieres


Iniciando el año es probable que nos sintamos con toda la pila y toda la actitud para comenzar a realizar cambios en nuestra vida. Comenzamos a trazar nuevos sueños o a desempolvar algunos que llevaban ya un rato guardados y que no nos habíamos molestado ya en alcanzar. Este es el momento perfecto para empezar a tomar acción. Si mantenemos la ilusión de aquello que nos gustaría lograr, pero no lo acompañamos de acciones, poco a poco la creencia de que lo lograremos comienza a desvanecerse.


En su increíble libro, 13 cosas que las personas mentalmente fuertes NO hacen, la autora Amy Morin, comparte los datos sobre un estudio realizado en el año 1972 llamado: Intentos para cambiar el comportamiento: un estudio de los propósitos de año nuevo. Dicho estudio encontró que 25% de los participantes abandonó sus propósitos de año nuevo al cabo de 15 semanas. El estudio se repitió en el año 1989 y para entonces 25% de los participantes había abandonado la empresa de seguir tras sus propósitos al cabo de tan solo una semana.


Cada vez tenemos menos paciencia. Acostumbrados a vivir en una sociedad en la que todo es "rápido" nos cuesta trabajo esperar. Queremos adquirir algo y basta con presionar dos botones y al día siguiente o en algunas horas, tendremos aquello que pedimos en la puerta de nuestros hogares. Estamos acostumbrados a la inmediatez que nos brinda la tecnología y cuando algo no se mueve a ese ritmo lo despreciamos.


Esta inmediatez a la que nos hemos malacostumbrado ha tenido un impacto muy grande en nuestro nivel de constancia y perseverancia. Una de las razones por las que no alcanzamos lo que nos proponemos no es la falta de conocimiento, de inteligencia, de aptitudes, de recursos económicos o materiales, sino la falta de paciencia. Aquello que nos hace falta para alcanzar lo que queremos es la capacidad de perseverar. El gran secreto para conseguir todo lo que deseamos radica en no esperar resultados inmediatos ni rápidos. Cuando no esperamos resultados inmediatos estamos mucho más dispuestos a seguir adelante, porque sabemos y estamos conscientes de que aquello que queremos lograr tomará tiempo. No estamos ansiosos por llegar al destino, sino que disfrutamos el camino.


Acostumbrados a la inmediatez tenemos la idea de que las cosas cambiaran al ritmo que deseamos. Muchas veces nos hacemos expectativas no realistas sobre la rapidez con la que alcanzaremos lo que nos proponemos y cuando no vemos los resultados que esperamos nos sentimos decepcionados, frustrados y tendemos a darnos por vencidos.


Cuando tenemos la mentalidad adecuada, aquella que nos prepara para esperar a ver resultados, estamos mucho más cerca de realmente conseguir lo que nos proponemos. Amy Morin, en el libro antes mencionado, nos comparte cuatro consejos para conseguir esta mentalidad:

  1. Comprométete a largo plazo: cuando decidas emprender nuevos hábitos, nuevas acciones, o cualquier otro tipo de transformación, en lugar de proponerte hacerlo por un par de días o un mes, piensa a largo plazo, a modo de que expandas tu compromiso.

  2. Crea expectativas realistas: con la enorme influencia de las redes sociales, es probable que nos dejemos llevar por historias "milagrosas" sobre como otras personas alcanzaron aquello que nosotros deseamos, en tiempo récord. Recuerda que cada quién es diferente, que las circunstancias de cada uno son distintas y que muchas veces no se cuenta la versión real de las historias, sino la que más impresiona. No te dejes llevar por un ejemplo que viste, infórmate bien para poder establecer expectativas realistas.

  3. Reconoce que el progreso no siempre es evidente: los resultados no siempre saltan a la vista. A veces pasa mucho tiempo para que podamos notarlos. Pero el hecho de que no se vean no significa que nada está cambiando. Persevera y continua y tarde o temprano podrás apreciar los cambios.

  4. Practica posponer la gratificación inmediata: nuestra cultura hedonista nos tiene acostumbrados a buscar el placer y la comodidad. Cuando nos hacemos a la idea de que al principio, al hacer cambios NO vamos a experimentar sensaciones placenteras, sino que éstas vendrán con el tiempo y multiplicadas, se vuelve mucho más fácil sacrificar el placer pronto y momentáneo por uno mayor a largo plazo. Acostúmbrate a sentirte cómodo con la incomodidad para que después puedas apreciar más la comodidad.


Recuerda que los cambios y las transformaciones toman tiempo y muchas veces te sentirás peor incluso cuando estás avanzando. Esto es señal de progreso, aunque no se sienta como tal. Todo lo que deseas lograr es posible, cuando te preparas para un viaje largo y cultivas la perseverancia y la constancia. El que sigue lo consigue. Si avanzas aunque sea un poco cada día, tarde o temprano llegarás a tu destino. Disfruta el viaje, ahí está el crecimiento y el aprendizaje.


Con amor,


0 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page