La virtud que puedes cultivar si tu vida quieres potenciar

¿Qué es lo que hace la diferencia entre una persona que se amilana ante las situaciones complejas de la vida y otra que parece salir airosa siempre de ellas?
Mi respuesta sería: su capacidad de resiliencia. La resiliencia es una virtud que consiste en afrontar los momentos adversos con la plena confianza de que saldrás adelante, incluso si no sabes cómo e incluso si la situación parece no tener solución.
Seamos francos, en la vida hay altas y bajas y hay muchas situaciones que se nos pueden llegar a presentar con las cuales no vamos a estar de acuerdo, o no nos van a gustar o que incluso significarán un enorme reto o dolor para nosotros. La vida es así y no todo serán momentos dulces...Sin embargo, sí existe una forma de quitarle lo amargo a esas circunstancias e incluso, el sufrimiento que muchas veces puede acompañarlas. Y es ahí en donde entra la resiliencia.
Para cada quien la situación puede ser distinta, sin embargo, el significado puede ser similar: angustia, dolor, tristeza, preocupación, ansiedad, miedo, depresión. ETC. Cuando la vida nos presenta algún reto o alguna situación adversa las opciones son limitadas: o hacemos frente a lo que nos sucede y lo encaramos o le huimos o nos dejamos consumir por las emociones dolorosas.
Ser resiliente no significa que no "la vamos a padecer", "que no va a doler" o que "será fácil". Sin embargo, ser resiliente no sólo significa que confiamos en nosotros mismos y nuestra capacidad para sortear cualquier adversidad que se nos presente sino que, además, estamos seguros de que esta experiencia nos aportará algún aprendizaje que, sin duda, contribuirá a nuestro crecimiento personal.
Cuando afrentamos las crisis desde una actitud resiliente, las probabilidades de salir vencedor de ellas están básicamente garantizadas y además le resta al proceso la preocupación, la angustia, el miedo, la ansiedad, etc.
Así que ¿cómo podemos volvernos más resilientes?
Primero, no sacarle la vuelta a los problemas, sino enfrentarlos y hacerlo lo mas rápido posible. Seamos francos, a muchos no nos gustan los problemas y les rehuimos como si el hecho de no verlos, los desapareciera. A veces esperamos hasta que no haya otra opción que atenderlos. Si quieres volverte una persona más resiliente, el primer paso es tomar al toro por los cuernos, enfrentar los problemas y hacerlo de inmediato.
Tener una mentalidad ganadora. Cuando enfrentas un reto con la mentalidad de que saldrás adelante, sin duda, lo harás. Fíjate la mentalidad que tienes ante las adversidades que la vida te presenta y mantén una mentalidad ganadora, aún si no sabes cómo saldrás de esa, piensa que lo harás.
Cuidar lo que nos decimos. Todo el tiempo estamos con nosotros mismos y aunque no lo notemos, todo el tiempo sostenemos un diálogo interior. ¿Qué es lo que te dices cuando la vida te presenta retos? Si te notas diciéndote cosas cómo: "esto es horrible", "esto es lo peor que me ha pasado", "no sé que voy a hacer con esto" cámbialo a "esto me hace más fuerte", "esta experiencia me dejará muchos aprendizajes", "yo puedo con esto", etc.
Explota tu creatividad: muchas veces pensamos que no tenemos los recursos para salir adelante y en realidad, muchas veces no son la falta de recursos lo que nos limita, sino nuestra habilidad para buscar o encontrar los recursos. Cuando somos creativos, somos capaces de encontrar soluciones en cualquier lado.
Reconoce tu labor y capacidad para salir adelante: Piensa en otros retos que has superado y tómalos de ejemplo de lo mucho que eres capaz de lograr. Si lo has hecho antes, puedes hacerlo ahora.
Mantén estos hábitos. Cultiva todos los puntos mencionados anteriormente para que puedas fortalecer tu espíritu y aumentar tu capacidad de resiliencia.
Uno de los principales beneficios de cultivar la resiliencia es que ganamos más confianza y más seguridad en nosotros mismos, por lo tanto nuestra autoestima es mayor y nuestra percepción de nosotros mismos es más armónica; y nuestra experiencia de vida, por supuesto, se vuelve mucho más gozosa. Así que te invito a cultivar los puntos mencionados anteriormente, que estoy segura te pueden ayudar a volverte una persona más resiliente, y en consecuencia, una persona más feliz.
Con amor,
